Un vínculo

En el silencio del vínculo,

entre padre e hija,

perdí algo.

Aún no sé qué.

¿A dónde fue?

¿O si alguna vez estuvo?

En ese silencio,

estuve sola.

Buscando algo más.

Y mientras la vida pasaba,

muy rápido,

me llenaba de todo,

sin filtros,

también de lo malo.

Llenaba cariños inútiles,

y promesas rotas.

Y me vaciaba de mí.

Ahogándome en un río,

de lágrimas.

Un día no me pude ver más.

Pero Él me encontró, 

estaba cubierta de rosas,

llenas de espinas.

Su perfume me despertó, 

y las espinas, a su frente llevó.

Desde entonces, 

en los silencios,


se comunica conmigo.

Y la vida ya no pasa ni rápido, 

ni lento 

...sino a su ritmo.

Que viene siendo como...

una canción bajo la lluvia, 

en un día de sol.


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